Llegaron a cada casa del Barrio Los Arbolitos en el 23 de Enero con su Parranda, entre callejones y escaleras, abriendo puertas y emociones ya olvidadas. Convirtiendo cada invitacion a entrar en un "momento magico" para cada familia. Recordandoles con su canto, que mas alla de la fiesta, el baile, los regalos y la bebida habia un espacio sin llenar. Fue su regalo de Navidad para todos sus vecinos . Y para mi tambien.
Una promesa que ya cuenta con 13 años. Llena de vida y sueños. Un "voto", hoy convertido en su mayor orgullo, los mueve, los impulsa a tratar de que cada pesebre cobre vida bajo su canto creyente y sonoro, y que dejo por alla en Kennedi, Las Adjuntas, una siembra de tradicion y luchas infinitas, dificilmente de olvidar, que los marco como tambien marco a esa otra comunidad hermana. Niños, jovenes y adultos de por esos lados, estoy seguro los acompaño en sus cantos al Niño este año, pero ahora desde aqui, en el 23 de Enero, se les notaba en los ojos, en cada nota, en el repique del tambor, el cuatro o la charrasca y maracas. En parte la parranda estaba y era para esos recuerdos, sembrados en esa otra parroquia.
Sus nombres, sus identidades?, no, en esta nota no van. Ni creo que a ellos les interese. Su identidad esta en su trabajo, en su devocion, en su promesa. Se que aquellos que los conocen los identificaran, pero desde el alma. Mas adelante tal vez me anime y escriba acerca de sus nombres. Los que quieran saber, por ahora vallan y pregunten en Kennedy, por esos lados, pero eso si, haganlo frente a un pesebre. Alli los encontraran.
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